En nuestra actuación
como trabajadores sociales, pretendemos fomentar y promover el desarrollo de
una Red de Prevención de Incidencia de Delitos, en los barrios más
desfavorecidos de Jerez de la Frontera, apoyados por cooperativas e
instituciones que funcionen en esa localidad, creando de este modo un equipo
multidisciplinar con el que abordar los diversos factores existentes en cada
problemática.
Previamente recabaremos
información sobre dónde actuar a través del Servicio de Atención a la Familia
(SAF), departamento de la Policía Nacional y desde los Servicios Sociales.
Actuaremos desde Servicios Sociales Comunitario, donde se pretende crear un
puente de cooperación para la detección de delincuentes potenciales, entre los servicios
sociales y el SAF, donde el Trabajador Social tiene un papel principal. Para
ellos trabajaremos conjuntamente con distintas instituciones/organizaciones,
entre ellas se encuentran: el sistema judicial, en asociación con organismos
sociales, ONGs, instituciones educativas (para mayores como para menores) y
comunidades, para apoyar la integración social de individuos con riesgo de
delinquir, y con las asociaciones de dichos barrios ya que son las más cercanas
a la ciudadanía.
En primer lugar, queremos
explicar por qué es necesario invertir en programas de educación en los barrios
de Jerez de la Frontera con más probabilidad de delinquir. Esto se debe a que
la inclusión en la sociedad es mucho más fácil, importante y necesaria
realizarla antes de que la persona sea privada de su libertad, ya que las
intervenciones son más eficaces cuando se realizan en la comunidad en vez de
hacerse en una institución. Podemos observar que el encarcelamiento puede, con
frecuencia, obstaculizar seriamente la reintegración social de una persona.
En segundo lugar
queremos explicar a que nos referimos con inclusión social, la cual se puede
definir como el proceso de incluirse social y psicológicamente en el entorno
social. Sin embargo, en los campos de prevención del delito y justicia penal,
en donde se usa con frecuencia, el término se refiere más específicamente a las
diversas formas de intervención y programas individuales para evitar que se
vean involucrados en conductas delictivas.
Los programas objeto a
realizar, pueden ser desarrollados para varios grupos de individuos con dicho
perfil, centrándonos en jóvenes cuya socialización todavía está “en proceso”,
como así también para individuos de grupos que tienden a confrontar algunos
desafíos de integración social particulares, tales como los grupos
minoritarios, inmigrantes o jóvenes que padecen de enfermedades mentales o
problemas de abuso de substancias.
Desarrollaremos varias
categorías principales de programas de reintegración social:
- Programas de intervenciones ofrecidos en el medio comunitario y territorial, para ayudar a los jóvenes a resolver problemas, tratar con los factores de riesgo asociados con las conductas delictivas y adquirir la destreza necesaria para vivir una vida respetuosa de la ley y autosuficiente.
- Programas de base comunitaria, para facilitar la reeducación, empoderamiento e inclusión de los jóvenes, mediante diversos programas como por ejemplo: la creación de conciencia de comunidad, formación para el empleo, cursos de educación adaptados a todos los niveles, entre otros.
- Prevención primaria: La prevención primaria está orientada a promover el desarrollo integral de la niñez y la juventud para evitar que sea víctima de violencia o se involucre en hechos violentos. Este tipo de prevención incluye el acceso a la salud, la educación, el empleo justo, el arte, la cultura y la recreación. La prevención primaria también se conoce como prevención social.
- Prevención secundaria: La prevención secundaria está orientada a proteger a los grupos vulnerables o en situación de riesgo social, como la adolescencia y juventud que vive en situación de calle, quienes migran en condiciones precarias, personas con adicciones, personas explotadas sexualmente, adolescentes y jóvenes fuera del sistema escolar y desempleados, etc. Este tipo de prevención también incluye a grupos especiales como las maras y pandillas, o agrupaciones que manifiestan actitudes violentas. La prevención secundaria también se conoce como prevención focalizada.
- Prevención terciaria: comprende un conjunto de estrategias que previenen la reincidencia de adolescentes y jóvenes que han cometido un delito. Esta prevención promueve el proceso de inserción y reintegración social de personas que están siendo procesadas por algún delito o han recibido una sanción o condena penal, con miras a evitar que vuelvan a cometer un delito o provocar un daño social. Para prevenir la violencia es necesario adoptar medidas integrales que ataquen los factores estructurales y los factores inmediatos que la ocasionan.
La lucha contra el
fracaso escolar y el absentismo son claves en este sentido. En muchos casos los
problemas familiares, sociales e incluso culturales se trasladan a la escuela
dando lugar a unos deficientes resultados académicos e incentivando el abandono
de los estudios. Las acciones preventivas y los programas de refuerzo escolar,
especialmente en ciertos colectivos como la población inmigrante o gitana, se
convierten en elementos fundamentales en la lucha frente a estos fenómenos.
Es necesario trabajar
todos estos programas con mayores de edad, ya que vemos que se hace un mayor
hincapié en menores, obviando a las personas adultas, con las que creemos que
la educación es primordial, ya sea fuera o dentro de prisión.
Por último, creemos
necesario trabajar sobre el desistimiento de la delincuencia y su prevención,
además de abordar los factores de riesgo. Para reducir la incidencia delictiva
hay que trabajar diferentes factores entre ellos: la adquisición de nuevas
destrezas, formación a tiempo completo o parcial, establecer lazos sociales
adecuados… Es necesario contar con cambios en las circunstancias familiares y
sociales para que se produzca el desistimiento.
La prevención de la incidencia
requiere intervenciones efectivas basadas en la comprensión de los factores que
representan un riesgo para los jóvenes y las dificultades para su inclusión en
la sociedad. Los programas de educación e inclusión se desarrollarán
dependiendo de las necesidades de los delincuentes y los desafíos con los que
se encuentran en su vida cotidiana. También intentaremos lograr los
mejores resultados positivos posibles, mediante las intervenciones de los
distintos profesionales, servicios y la participación activa para confrontar
los desafíos personales. Cuando se trata de combatir los focos de
delincuencia, las ideas e iniciativas no sólo tienen que estar dirigidas a
detener jóvenes y hacer redadas para marginarlos socialmente por su supuesta
peligrosidad. Se necesitan también propuestas que los ayude a insertarlos en la
sociedad como ciudadanos normales. También podemos buscar ideas que les
impida fomentar o hacer nidos de delincuencia.
La creación de parques
y recintos de distracción también ayudan a que los jóvenes distraigan su
atención en otras acciones más productivas. La realización de talleres,
musicales, artísticos y deportivos, son ideales para que en forma grupal, los
jóvenes puedan desarrollar sus habilidades. El ideal es que siempre tengan
distracciones para mantenerse alejados de graves peligros como la droga y la
ejecución de delitos irremediablemente los lleva al mundo de la delincuencia.
El rol de padres es
clave para que siempre puedan tener un consejo oportuno, el apoyo en la crisis
y sobre todo cariño, para que no pierdan su condición de hijos y que necesitan
ayuda hasta el fin de sus días. Se debe trabajar en prevención y no por
reacción, cuando ya está todo consumado, cuando los jóvenes forman parte de
pandillas o bandas e inmersos en la dependencia de la droga.
El Programa de
Prevención de la Delincuencia Juvenil, una iniciativa única en Andalucía
impulsada por la Delegación del Gobierno andaluz en Jaén y dirigida a jóvenes
que acaban de cumplir la edad mínima para tener responsabilidad penal, 14 años,
en los 16 centros de protección de menores de la Junta en la provincia.
La iniciativa tiene
como finalidad concienciar a los menores de las consecuencias de sus actos y
que, al haber cumplido 14 años, determinados actos que antes no tenían
consecuencias, ahora les puede llevar ante un juez. En este sentido, Gálvez ha
recordado que comenzó en el curso 2010-11 y debido al buen resultado de estos
años no sólo seguirá funcionando en los institutos, sino que se ampliará a los
centros de protección, donde se ha mostrado convencida "de que se
implementará a la perfección".
Tras la presentación de
este Informe ante el Parlamento de Andalucía el pasado diciembre de 2014,
queremos, con la celebración de esta Jornada, ofrecer públicamente su contenido
en la creencia de que puede ser un instrumento de utilidad para aumentar la
visibilidad de estos recursos cara a una sociedad que después ha de reintegrar
a aquellas personas menores de edad y jóvenes que han estado privadas de
libertad.
Con la celebración de
este evento acometemos también la tarea de reflexionar conjuntamente con todos
los agentes que intervienen en este complejo escenario (judicatura, fiscalía,
administraciones públicas, abogados, entidades gestoras de los centros de
internamiento, etc) sobre aspectos claves y retos de futuro, teniendo en cuenta
los sustanciales cambios producidos en los últimos años en el perfil de los
menores que cometen actos delictivos, y también poner de relieve las buenas
prácticas que se realizan para la reeducación y reinserción del infractor.
Esperamos que este
encuentro pueda constituir un excelente escenario en el que a través de la
participación podamos debatir e intercambiar opiniones, valoraciones o
sugerencias acerca de la delincuencia juvenil y de nuestro actual Sistema de
justicia juvenil.
Se llevan a cabo una
serie de actividades didácticas para la prevención:
- Prevención de la violencia de género:
- Recursos
- Defensor
del menor en Andalucía: Tiene como misión la defensa y promoción de los
derechos y libertades de las personas menores de edad.
- Centro
de internamientos: Cuenta con 15 centros de internamientos para menores
infractores, distribuidos en 7 de las 8 provincias, ya que Huelva no
dispone de este tipo de recursos. La gestión de los centros se encuentra
encomendada a entidades privadas sin ánimo de lucro: Meridianos, Afanas, Ginso,
Diagrama y Proyecto hombre, además del centro San francisco de asís que es
gestionado por la administraciones autonómicas.
- Prevención contra las infracciones contra la propiedad
- Prevención contra las infracciones relacionadas con las drogas
- Delitos violentos
- Agresiones sexuales
- Factores de riesgo y de prevención a la delincuencia.
- Transición desde la delincuencia juvenil a la adulta:
- Prevención
a la reincidencia
- Aprendizaje del comportamiento infractor y delictivo.
- Modelo de tratamiento cognitivo/conductual.
- Riesgo y necesidades de intervención:
- Factores
estáticos y dinámicos.
- Intervenciones psicoeducativas y tratamientos.
Además lleva a cabo una
serie de servicios para la consecución de los objetivos:
- Prevención primaria: La prevención primaria está orientada a promover el desarrollo integral de la niñez y la juventud para evitar que sea víctima de violencia o se involucre en hechos violentos. Este tipo de prevención incluye el acceso a la salud, la educación, el empleo justo, el arte, la cultura y la recreación. La prevención primaria también se conoce como prevención social.
- Prevención secundaria: La prevención secundaria está orientada a proteger a los grupos vulnerables o en situación de riesgo social, como la adolescencia y juventud que vive en situación de calle, quienes migran en condiciones precarias, personas con adicciones, personas explotadas sexualmente, adolescentes y jóvenes fuera del sistema escolar y desempleados, etc. Este tipo de prevención también incluye a grupos especiales como las maras y pandillas, o agrupaciones que manifiestan actitudes violentas. La prevención secundaria también se conoce como prevención focalizada.
- Prevención terciaria: comprende un conjunto de estrategias que previenen la reincidencia de adolescentes y jóvenes que han cometido un delito. Esta prevención promueve el proceso de inserción y reintegración social de personas que están siendo procesadas por algún delito o han recibido una sanción o condena penal, con miras a evitar que vuelvan a cometer un delito o provocar un daño social. Para prevenir la violencia es necesario adoptar medidas integrales que ataquen los factores estructurales y los factores inmediatos que la ocasionan.
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