En el Plan Nacional para la Inclusión Social, podemos
observar que este colectivo, tratado en el siguiente trabajo, aparece como uno
de los grupos vulnerables, por ello, propone una serie de planes de actuación
para incluir a estas personas en la sociedad:
- Propiciar la creación de plazas de acogida para las personas reclusas y los liberados condicionales que no tengan acogida familiar y padezcan una enfermedad grave y plazas en centros educativos especiales para los reclusos y ex reclusos que requieran una atención específica psico-médica.
- Buscar recursos (cofinanciación) para la intervención con los reclusos, personas en situación de suspensión o sustitución de condena, o personas sometidas a penas y medidas alternativas, y promover su participación en programas reeducativos, formativos, laborales, culturales...
- Desarrollar programas para niños y niñas y sus madres en centros penitenciarios destinados a llevar a cabo actividades lúdico-educativas, de estimulación precoz para el desarrollo motor y cognitivo y el desarrollo sensorial y emocional, así como de promoción de las relaciones materno-filiales y creación de escuelas de verano para reforzar la educación infantil.
- Formar y asesorar tanto a profesionales de centros penitenciarios como a mujeres reclusas en cuestiones de violencia de género al objeto de paliar las consecuencias de este problema y prevenir situaciones de violencia.
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